El buque Dali, un gigantesco moderno buque de carga portacontenedores, operado por la firma singaporense “Synergy Marine Group”, se ha visto envuelto en otro incidente alarmante, esta vez causando el colapso catastrófico del puente Francis Scott Key en Baltimore.
Sin embargo, este no es el primer encontronazo del Dali con la calamidad marítima. En un episodio anterior en el 2016, el Dali protagonizó una colisión con un muelle de carga en Amberes, Bélgica, resultando grandes daños en el casco de la embarcación, afortunadamente sin pérdidas humanas ni heridos reportados. Una investigación atribuyó la culpa de aquel accidente al piloto y al capitán del buque.
El desastre más reciente de esta embarcación tuvo lugar en la ciudad de Baltimore, dejando un rastro de devastación. Al menos seis personas aún están desaparecidas en las profundas y gélidas aguas del Río Patapsco (se presume tapiados por las inmensas vigas y gigantescos bloques de hormigón y concreto del puente) pasada las casi 20 horas de búsqueda, los organismos y autoridades competentes dieron por sentado que han perdido la vida, suspendiendo la búsqueda debido a que es imposible sobrevivir más de tres horas bajo esas condiciones, atrapado bajo escombros de metal pesado y concreto bajo las profundidades y gélidas corrientes del río, solo dos se lograron rescatar con vida una de ellas gravemente herido.
La caída del puente también llevó a la pérdida de vehículos, sumiendo a la comunidad en la angustia y la devastación.
Las especulaciones y teorías de conspiración han surgido en línea, con algunas sugiriendo la posibilidad de piratería, aunque hasta el momento no hay evidencia que respalde tales afirmaciones.
Las autoridades están investigando el incidente para determinar la causa precisa de la pérdida de energía que llevó al choque del buque contra la estructura del puente.
Clay Diamond, Director Ejecutivo de la Asociación de Pilotos Estadounidenses, ha destacado la singularidad de este evento, describiendo la pérdida total de energía en el buque “como un suceso inusual” y lamentando la tragedia que ha dejado en su estela.
Este incidente plantea serias preguntas sobre la seguridad y la supervisión de los buques de carga, especialmente aquellos con un historial de incidentes previos, como lo es el caso del Dali.
DOS HISTORIALES DE INSPECCIONES POSTERIORES DE INCIDENTES DOCUMENTADOS CON EL CARGUERO DALI
La inspección con fecha del 27 de Junio de 2021 en el puerto chileno de San Antonio, encontró deficiencias en la propulsión y más concretamente en la máquina auxiliar «aparatos de medición, termómetros». Esos problemas provocaron dos inspecciones posteriores pero el carguero, con capacidad para cargar 95.000 toneladas, no fue paralizado y pudo seguir operando, después de solventar las deficiencias.
La necesidad de una mayor vigilancia y medidas preventivas se vuelve imperativa para evitar futuras tragedias como esta. Mientras tanto, las autoridades continúan sus esfuerzos de rescate y recuperación en medio de un panorama marcado por la devastación y el duelo.
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