Recibí mi diagnóstico de autismo a la edad de tres años y desde entonces he dedicado una parte sustancial de mi vida a adaptarme a mi discapacidad mientras abogo por otras personas que enfrentan desafíos similares.
Como hijo de inmigrantes argentinos, mi viaje incluye las luchas de mis padres al navegar por el intrincado mundo de las agencias de servicios sociales y los desafíos únicos de criar a un niño con autismo en un nuevo país. Mis padres comparten sus luchas, haciéndose eco de las experiencias de innumerables padres que se esfuerzan por criar a sus hijos hasta convertirlos en adultos independientes.
En las últimas semanas, me reuní con varios delegados en la Asamblea General de Maryland sobre un programa de
transporte propuesto para personas con autismo y otras discapacidades. Lamentablemente, estos delegados expresaron que la implementación de dicho programa se considera actualmente inviable dado el clima fiscal actual.
Su perspectiva surge de la decisión tomada por la administración del Gobernador Wes Moore de recortar inicialmente casi $3.3 mil millones en el plan de gasto de seis años del estado para transporte. Si bien el reciente anuncio del Gobernador Moore el 16 de Enero de 2024 reveló la restauración de $150 millones al presupuesto de transporte del estado por un año, esto no alcanza a abordar los desafíos sustanciales.
En consecuencia, estas decisiones financieras han llevado a reducciones significativas en el transporte público, incluidos recortes en el servicio de autobuses de cercanías, una notable disminución del 40% en la ayuda del gobierno estatal asignada a sistemas de transporte operados localmente e impactos discernibles en el servicio de trenes de cercanías MARC, el mantenimiento de carreteras y las barreras protectoras, autobuses y equipos de trenes de cercanías. A la complejidad se suma la información de la Autoridad de Tránsito del Área Metropolitana de Washington, que indica que sin contribuciones adicionales de los socios financieros, Metro anticipa la necesidad de aumentar las tarifas e implementar recortes sustanciales tanto al servicio como a la fuerza laboral de Metro.
Esta situación plantea un escenario terrible, particularmente para los residentes del condado de Prince George, el condado de Montgomery y varias otras partes centrales de Maryland. El transporte público tiene una importancia significativa para las personas con autismo por varias razones de peso. Principalmente, promueve la independencia al proporcionar un medio de movilidad para quienes pueden enfrentar dificultades para conducir o carecer de acceso a vehículos personales.
Esta nueva independencia, a su vez, mejora su capacidad para participar en actividades comunitarias, fomentando un sentido de pertenencia e inclusión social. Además, el transporte público amplía las oportunidades de empleo, permitiendo a las personas con autismo viajar al trabajo de forma independiente e integrarse más fácilmente a la fuerza laboral. Además, el transporte público aborda de manera única las necesidades específicas de las personas con autismo, teniendo en cuenta factores como la rutina, la previsibilidad y las sensibilidades ambientales.
Los horarios y rutas estructurados de los sistemas de transporte público se alinean con la preferencia por la rutina que a menudo se observa en las personas con autismo, creando un entorno más predecible que ayuda a reducir el estrés y proporciona una alternativa rentable a poseer y mantener un vehículo personal.
Los desafíos que enfrentan las personas con autismo mientras conducen, como sensibilidades sensoriales, procesamiento rápido de información, dificultades para realizar múltiples tareas y desafíos en la comunicación social, subrayan el papel fundamental del transporte público. Si bien algunas personas con autismo, incluido yo mismo, podemos ser parte del 33% que conduce, muchos otros se benefician significativamente del transporte público accesible.
Para las personas con sensibilidad sensorial, los espacios abarrotados y el ruido pueden resultar abrumadores, lo que hace que el transporte público sea una opción más cómoda. Abogar por un sistema de transporte público más amigable con el autismo se vuelve no sólo importante sino esencial. Para promover esta causa, planeo participar en una marcha en Annapolis el 21 de Febrero de 2024, instando a los legisladores republicanos y demócratas a asignar fondos para programas que apoyen la vida independiente de las personas con discapacidades.
En colaboración con otros miembros de la comunidad del autismo, nuestro objetivo es persuadir a los legisladores para que aprueben leyes que apoyen la financiación de programas que beneficien a las personas con autismo. Además, aspiramos a establecer una estrategia gubernamental integral sobre el autismo en todo el estado que atienda tanto a niños como a adultos con autismo.
Este enfoque multifacético tiene como objetivo garantizar el bienestar, la inclusión y la participación comunitaria enriquecida de las personas con autismo en diversos aspectos de sus vidas. Llegar a esta etapa, en la que puedo expresar mis pensamientos, colaborar con líderes y movilizar a la comunidad del autismo, ha sido un viaje desafiante. Para muchas personas que viven con autismo, esto parece imposible.
Sin embargo, creo firmemente que las personas que viven con autismo pueden convertirse en miembros integrales y productivos de nuestra sociedad. La clave para hacer realidad esta posibilidad radica en abordar los desafíos del transporte. El transporte es importante para permitir la inclusión de las personas que viven con autismo.
No lo olvidemos mientras tomamos decisiones difíciles para conciliar nuestras limitaciones presupuestarias con nuestra prioridad de no dejar a nadie atrás.
Por Jorge Tirigall
jorgetirigall14@gmail.com
Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad de Autismo del Condado de Howard