La cooperación internacional y la digitalización de la policía son los mejores antídotos contra una «pandemia» global de crimen organizado, que usa cada vez más nuevos avances como la inteligencia artificial (IA) para sus actividades delictivas.
Esta es la visión de Ahmed Naser Al-Raisi, un general de Emiratos Árabes Unidos (EAU) que preside Interpol desde 2021 y que subraya en una entrevista con EFE en Viena el enorme valor de esta red policial que reúne a 195 Estados para intercambiar información.
«La delincuencia transnacional se ha convertido en una pandemia en sí misma. Afecta a todo el mundo, pero debemos estar unidos, compartir la información y darle la máxima prioridad», asegura.
Al-Raisi, que se encuentra en la capital austríaca por la Asamblea General de Interpol que comenzó este martes, señala que la pandemia de covid-19 aceleró los procesos de cambio, también en el crimen organizado, que emplea cada vez más nuevas tecnologías para sus actividades.
«La tecnología es una espada de doble filo y, por un lado, ayuda a los países miembros a luchar contra la delincuencia, pero, por otro, también puede ser utilizada por los delincuentes en beneficio propio y de sus delitos», señala.
En 2022 Interpol tuvo 155 millones de euros de presupuesto, una cifra modesta que contrasta con los 870.000 millones de dólares (791.700 millones de euros) que genera cada año el crimen organizado, según Naciones Unidas.
«Se necesitan más (fondos) para los proyectos, especialmente con el cambio y la evolución de los delitos, y las herramientas que utilizan la inteligencia artificial hacen que sea necesaria una contribución cada vez mayor», destaca Al-Raisi.
La transición digital dentro de la organización y el apoyo a la digitalización de todos los cuerpos policiales, es según el presidente de Interpol, una «prioridad».
El presidente, que cuenta con experiencia en la digitalización de la policía de EAU, destaca que Interpol cuenta ahora con un centro de innovación propio en Singapur, una academia virtual con más de 20.000 cursos de formación, y una nube propia para almacenar datos.
Otro desafío para Interpol es que los problemas geopolíticos, como la invasión rusa de Ucrania o las tensiones entre China y EEUU, no afecten a su funcionamiento, que se basa en el intercambio voluntario de información.
«Interpol es una organización policial y tenemos un estatuto sólido y robusto, el artículo 3. No entramos en ningún conflicto, ni en guerras políticas ni en conflictos religiosos, y que tratamos a todos los países por igual, con transparencia», recalca.
Fuente: EFE
Foto crédito: CHRISTIAN BRUNA