El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reconoció que hay una migración «incrementada» por la compleja crisis económica que atraviesa el país y la política de «máxima presión» del Gobierno de Estados Unidos que induce a un éxodo «ilegal, inseguro y desordenado».
El gobernante cubano señaló que en varios momentos y sobre todo cuando la isla ha estado bajo crisis económicas «se han producido los flujos migratorios excesivos», durante una comparecencia en la televisión estatal en la que abordó diversos temas de la problemática actual de la isla.
Recordó los flujos migratorios de los primeros años de la revolución en la década de los años sesenta, el puente marítimo Mariel-Florida de 1980 y la llamada «crisis de los balseros» en 1994.
«Son situaciones que se han producido cíclicamente que tienen que ver siempre cuando el Gobierno de los Estados Unidos tensa la situación», subrayó.
Rememoró el periodo anterior al mandato del presidente estadounidense Donald Trump (2017-2021), cuando «la situación era distinta, había facilidades de visas para los ciudadanos, había servicios consulares, más posibilidades de visitas de los cubanos a su familia y de remesar, mayor repatriación».
Pero señaló que «todo eso se alteró con las medidas aplicadas por Trump que se orientaron a crear una situación desfavorable para buscar estallido social» en su país.
«Abogamos por una emigración legal, segura y ordenada pero la actitud del gobierno de los EE.UU. no garantiza eso y lo que provoca es desesperanza, inseguridad y la gente se lanza a vivencias totalmente peligrosas al caer en manos de coyotes y redes de trata de personas», apuntó.
Consideró que eso «crea una situación de desconcierto, humanamente lamentable» y reconoció que entre ese flujo migratorio se van los jóvenes, los profesionales y las mujeres en edad reproductiva.
La crisis económica de Cuba, agravada en los últimos años por la pandemia, los errores en la gestión económica estatal y el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos, ha desatado un éxodo migratorio récord.
En 2022, las autoridades estadounidenses registraron la entrada por su frontera sur de unos 313.000 cubanos. Además varias decenas de miles más marcharon a México, España o Suramérica. Cuba perdió solo en 2022 alrededor del 3 % de su población.
Fuente: EFE
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