Moody’s ve «limitada» la posibilidad de que en el sistema bancario de América Latina se produzca un efecto contagio de la crisis financiera que se vive recientemente en los mercados financieros de Estados Unidos y Europa, a raíz de las caídas del Silicon Valley Bank, Signature Bank o Credit Suisse.
En un informe, la agencia calificadora ha argumentado que la banca latinoamericana tiene a su favor elementos como la baja exposición de sus activos en el país norteamericano.
En concreto, tan solo el banco brasileño Bradesco y el chileno Crédito e Inversiones cuentan con filiales en Estados Unidos. Con todo, los riesgos para ellos están «ciertamente controlados» dado el pequeño enfoque de sus operaciones.
A su vez, las entidades financieras de la región están relativamente acostumbradas a operar en escenarios de alta inflación y elevados tipos de interés, lo que les ha permitido construir marcos «sólidos y estables» en los últimos años frente a los posibles desajustes en la gestión de activos y pasivos.
Respecto a sus características, los bancos de América Latina se concentran en sectores amplios y diversos. Incluso, aquellos que son más pequeños no está enfocados en una sola industria, y mucho menos en el ámbito de las compañías tecnológicas.