La inflación en Estados Unidos está acrecentando las dificultades de los estadounidenses para acceder a alimentos saludables y, por lo tanto reduciendo las posibilidades de mantener sano el corazón, un problema que se agrava entre los hispanos por ser un grupo muy afectado por la obesidad y el sobrepeso.
Según la última encuesta anual realizada por la Clínica Cleveland, publicada en febrero, un 45 % de los estadounidenses dice comprar comida rápida por lo menos una vez a la semana y más de dos tercios (70 %) preparan comida en casa al menos cuatro veces por semana.
En el caso de los hispanos, el porcentaje de los que consumen comida rápida por lo menos una vez a la semana sube al 51 %, según el sondeo realizado en línea a un millar de personas mayores de 18 años, con submuestras específicas para hispanos, asiáticos y afroamericanos y un nivel de error de más/menos 3 puntos. El sondeo indica también que son menos los hispanos (63 %) que preparan comidas en casa al menos cuatro días a la semana que el conjunto de la población (70 %).
Para un 46 % de los estadounidenses el mayor obstáculo para una alimentación saludable es el costo de los alimentos que son beneficiosos para la salud, aunque también cuentan la falta de tiempo (23 %) o no saber cocinar esos platos (20 %), mientras que entre los hispanos las cosas están peor: un 50 % dice que los precios elevados son su principal barrera para acceder a una alimentación sana y un 30 % apunta a la falta de tiempo para acceder a ese tipo de comida.
Foto: AFP