Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.”
La depresión está dentro de las alteraciones del estado de ánimo, afecta los pensamientos, emociones, comportamiento y la salud física de la persona, también se ve comprometida.
Las personas con depresión experimentan desmotivación, pierden el sentido a la vida o a la razón de vivir. Dicho trastorno está considerado como una de las principales causas de problemas en la salud de la población, a esto se suma que está incapacita a la persona de poder desarrollar su vida como lo hacía antes.
La depresión al igual que otras alteraciones psicológicas, no discrimina entre edad, sexo, condición socioeconómica; es decir, todos estamos predispuestos a desarrollar depresión en cualquier momento de nuestra vida, pero depende mucho de cómo percibamos, actuemos y nos enfrentemos ante situaciones o acontecimientos perturbadores que atentan contra nuestra estabilidad emocional. De hecho, se ha señalado que la depresión es el diagnóstico clínico más frecuente y con más peligro de mortalidad, debido a las conductas suicidas.
No obstante, sentirse triste no es un síntoma suficiente para ser diagnosticado con depresión. “La tristeza es una emoción inherente a todos nosotros, y no tiene por qué desencadenar en depresión.”
Sin embargo, la depresión es un trastorno del estado de ánimo que engloba sintomatología muy variada.
Puedes estar decaído un tiempo por algún acontecimiento puntual de tu vida, hasta ahí todo normal. El tema se complica si esto se alarga en el tiempo o interfiere con tu vida cotidiana por su intensidad.
¿Cómo reconocer la depresión?
Los trastornos depresivos pueden presentar una sintomatología muy variada, con diferente grado de gravedad, duración o evolución. Ahora bien, los trastornos depresivos no se limitan a los síntomas anímicos como puede ser la tristeza o la desesperación, sino que van más allá.
Síntomas Anímicos de la depresión:
El síntoma anímico por excelencia es la tristeza, que suele ir acompañado de pesadumbre, abatimiento, infelicidad, sensación de vacío y/o pena.
En algunas ocasiones la depresión viene acompañada de otros síntomas aparentemente menos frecuentes. Entre ellos, la irritabilidad, la ira, el nerviosismo, o la inmutabilidad, llegando algunos pacientes a sentir que son incapaces de “tener ningún sentimiento” o “sentirse constantemente enfadados“.
Por eso, si con frecuencia te sientes triste, enfadado o inmutable, puede que estés “incubando” una depresión.
Síntomas Conductuales de la depresión:
La apatía, la indiferencia, la incapacidad para el disfrute (anhedonia) o el llanto, suelen estar entre los síntomas más comunes. Es frecuente sentir que cuesta un mundo levantarse por las mañanas, asearse o ir al trabajo.
Recuerda que un síntoma muy común de la depresión es, precisamente, la falta de energía y vitalidad.
Síntomas Cognitivos de la depresión:
Además de la tendencia a una visión pesimista de la vida, se encuentra entre la sintomatología más común la falta o disminución de la atención, la memoria o concentración.
“Si tu cuerpo comienza a darte señales de un constante desánimo permanente, por mucho tiempo, hasta el punto de interferir con tu vida cotidiana por su intensidad, es momento de buscar ayuda profesional, porque quizás tu cuerpo te esté avisando de una posible depresión, busca ayuda profesional, con un Psicólogo.”
Debemos tener en cuenta que, así como existen variedad de enfermedades que afectan el funcionamiento de nuestro organismo, también así hay trastornos mentales con diferentes manifestaciones, los cuales alteran el pensamiento, emociones y conductas de la persona.