Un campamento de migrantes, casi todos venezolanos, fue desalojado por la Policía de Nueva York, reseñó el diario El Nacional.
Durante tres días los migrantes protestaron durmiendo en la acera del hotel que les servía de albergue y del que fueron desalojados a lo largo del fin de semana para ser reubicados en un nuevo refugio lejos del centro.
Los migrantes, todos hombres que habían llegado solos, se vieron obligados a recoger sus pertenencias y dejar la acera por orden de la Policía, que dos días antes los obligó a quitar las casetas de campaña en las que dormían algunos y que los protegían del frío invernal.
Ya no quedan en el lugar maletas, cobijas, ropa, sillas ni la mesa con café caliente y refrigerios que les prestaban grupos de apoyo. En su lugar, hay barricadas y varios policías que custodian el lugar en la calle 57, entre las avenidas 9 y 10 del bajo Manhattan, no muy lejos del famoso Carnegie Hall.