El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió 493.000 visas de inmigrante en el año fiscal de 2022, según datos entregados por la agencia a Voz de América. Entre ellas, 212.000 fueron otorgadas a familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses y 55.000 fueron de empleo.
Este medio millón de visas de inmigrante representa el doble de las emitidas en 2020 y 2021, cuando las embajadas suspendieron los servicios de visado a causa de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, no alcanza las más 500.000 visas de este tipo que fueron aprobadas en 2017 y 2018.
Ciudadanos de países latinoamericanos están entre los mayores beneficiarios de estas visas migratorias, con México y República Dominicana en los primeros dos lugares. Cuba se ubicó en el quinto puesto y El Salvador en el octavo.
“Desde el inicio de esta administración hemos visto la migración como un reto hemisférico que continuaremos tendiendo con nuestros socios en la región”, dijo en un parte de prensa Vedant Patel, portavoz adjunto del Departamento de Estado
Sin embargo, el atasco en el proceso migratorio mantiene en vilo a 377.953 personas que hasta diciembre aún esperaban para que se les programara una entrevista en alguna embajada, el paso final en la posible otorgamiento de una visa de inmigrante.
“Estados Unidos necesita reformar su sistema de inmigración tal como está. Tenemos una demanda de trabajadores y, básicamente, dependemos de la población indocumentada de este país para satisfacer esas necesidades. Y eso no va a ser sostenible. Necesitamos tener programas donde la gente pueda venir legalmente a través de un sistema justo e imparcial en el que están protegidos”, dijo a la VOA Kevin Appleby, director interino del Centro de Estudios Migratorios de Nueva York. (La Voz de América)