El “Dulce Refugio Shelter”, que abrió en la frontera mexicana con Estados Unidos cuando inició el programa de Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), cerrará por falta de recursos, un reflejo de la incertidumbre de decenas de miles de migrantes en la zona a pesar del fin de esta política.
El albergue en Matamoros, Tamaulipas, en la frontera de México con Brownsville, Texas, dejará de operar el próximo 20 de agosto por la imposibilidad de ofrecer alimento y acogida a cientos de familias, sobre todo de Centroamérica, pero también de otras regiones.
“Desafortunadamente, por razones económicas, vamos a tener que cerrar el albergue. Desde que nos dimos cuenta de que no podemos mantener abierto decidimos ya no aceptar gente”, dijo a EFE el director del “Dulce Refugio Shelter”, el pastor bautista Abraham Barberi. (EFE)