El porcentaje es espeluznante. En coincidencia con la proliferación generalizada de la variante Delta del coronavirus, más del 99.5% de las muertes recientes por COVID y más del 97% de las hospitalizaciones corresponden a personas no vacunadas, de acuerdo con las cifras del Cirujano General de los Estados Unidos.
Las trágicas estadísticas confirman lo que parece ser una realidad inevitable: después de una caída en el número significativo de casos de COVID-19 gracias a la campaña nacional de vacunación, se registra un incremento dramático de casos de más del 170% y aquellos de mayor severidad corresponden específicamente a las personas que han tomado la decisión deliberada de no vacunarse.
“Es hora de empezar a culpar a las personas no vacunadas”, reaccionó la gobernadora republicana de Alabama Kay Ivey, uno de los estados con las tasas más bajas de vacunación contra el COVID de los Estados Unidos y que ha registrado un incremento de 70% en el número diario de casos de infecciones de coronavirus en la última semana.
Su colega republicano de Arkansas, Asa Hutchinson, otro de los estados con un bajo nivel de vacunación, deploró que la vacunación contra el COVID se haya convertido en un asunto político. “Es un estado conservador. Algunas veces los conservadores dudan del gobierno. Necesitamos contraatacar dándoles mejor información, construyendo su confianza”.
Ron De Santis, el gobernador republicano de Florida, un estado que concentra 1 de cada 4 de los nuevos casos, tuvo un mensaje similar: “las vacunas están salvando vidas””.
No está claro si los mensajes de estos políticos republicanos harán la diferencia, pero la mayor parte de los estadounidenses decididos a no vacunarse se identifican con el partido republicano (un 23%) y sólo un 2% como demócratas.
Todo lo cual lleva una pregunta inevitable, en momentos que el país se prepara para el regreso a clases presenciales en otoño. ¿Debe haber un mandato federal para vacunarse?
“Yo creo que mientras las vacunas no tengan una autorización final de la FDA no va a haber un mandato. Mientras tengan una autorización de urgencia no va a haber un mandato. Yo creo que una vez que la FDA haya dado una autorización si va a haber mandato. Para empezar la escuela en agosto no va a ver mandato. Para el año que entra yo creo que sí va a haber mandato”, me dijo el Dr. Carlos Del Rio, de la Universidad de Emory.
¿Es posible hacer más antes de qué se aplique un eventual mandato obligatorio nacional?
El alcalde de Nueva York Bill de Blasio dio un ejemplo claro: Los más de 300,000 trabajadores de la ciudad tendrán el requisito de vacunarse contra COVID o deberán hacerse pruebas semanales. Otro paso: que todos los centros de salud requieran a sus trabajadores a vacunarse contra COVID. Las empresas pueden hacer lo mismo con toda su fuerza laboral.
Y las autoridades de todos los niveles, de todos los signos políticos, los medios informativos y cada uno de nosotros en nuestro círculo de seres queridos, no debemos claudicar en nuestra responsabilidad de combatir con los datos duros de ciencia y la verdad, la desinformación y politización de un asunto existencial de salud pública.
Para más información visita:
www.laredhispana.com
Por José López Zamorano
Para La Red Hispana
www.laredhispana.com